Autor: “Equipo Centro Internacional para la Innovación Social en Tecnológico de Monterrey”
Hemos concluido el primer workshop de la serie Caminos hacia la prosperidad  y es momento de compartir lo que ha sido y significado esta experiencia.

Sin duda,  cerramos un mes de actividades que ha dejado huella, mucho ha sucedido en estas últimas semanas o, mejor dicho, muchas cosas “nos”  han sucedido, porque lo importante desde el punto de vista de la experiencia –de acuerdo con Jorge Larrosa[1]— no es lo que pasa, sino lo que “nos” pasa.   Somos ese territorio, esa superficie de sensibilidad donde la experiencia tiene lugar y deja una marca, un rastro, quizás una posibilidad, una nueva forma de sentir, de mirar…

 

Cuando iniciamos esta travesía académica  teníamos la intención de facilitar el encuentro y la reflexión para codiseñar propuestas con impacto social. Nos motivaba vivir la innovación social como ese espacio de posibilidades donde se conectan saberes, esfuerzos, capitales, tecnologías…con el fin de generar valor y mejorar la calidad de vida de las personas y sus comunidades. Hoy, quienes conformamos el equipo del CIIS del Tecnológico de Monterrey, nos sentimos con ánimos renovados, con una sensación de esperanza a flor de piel, y  confirmamos que, en los espacios abiertos por la innovación social,  se conectan sobre todo historias y experiencias de personas que difícilmente se encontrarían entre sí en sus circunstancias habituales.   He ahí su esencia disruptiva y provocadora. 

 

Consideramos ésta una experiencia entrañable y enriquecedora, ya que permitió semana tras semana conocer diversas perspectivas en torno a problemáticas económicas y sociales que a veces se perciben como lejanas o ajenas  y que,  mediante de la reflexión crítica y comprometida, se resignifican y se vuelven propias. A través de una metodología que apuesta por el diálogo abierto,  la interdisciplinaridad y el intercambio de saberes, las y los participantes pasaron del natural desconocimiento, al interés y la sensibilidad por las dificultades que enfrentan las organizaciones de turismo comunitario que buscan una alternativa económica más justa; y dieron muestra de una profunda empatía al desarrollar propuestas que involucran el sentir de las comunidades y que parten del sustrato histórico  y cultural de quienes las conforman.

 

Los proyectos de innovación social que se derivaron de este primer workshop  fueron diseñados por equipos multidisciplinarios de universitarios, quienes trabajaron de la mano de las(os) representantes de las organizaciones comunitarias (Mary de “La Ruta Kuxlejal” y Rolando de “Lagos de Colores” en Chiapas) y con el aporte de asociaciones aliadas (Rutopía y La mano del mono). En sus propuestas se recuperaron narrativas, valores, imágenes, y sonidos vinculados a la tradición que permea en los pueblos, más allá de buscar la mejora de productos y/o servicios que se pueden ofrecer en el mercado, dando cuenta así de una aproximación crítica y compleja a las problemáticas. Asimismo, se priorizaron  las necesidades metodológicas y tecnológicas a considerar para la implementación de las propuestas, en búsqueda de  promover la autonomía de las organizaciones y la sostenibilidad de los proyectos.

 

Cada equipo demostró haber palpado la forma sencilla y alegre con la que las organizaciones comunitarias comparten su hacer, experiencia que nos invita a reflexionar sobre nuestros estilos de vida y de aprendizaje.  Como profesoras (es)  y facilitadoras (es) hemos afianzado la convicción de que este tipo de experiencias son necesarias para fomentar el ejercicio activo de una ciudadanía global y para la apuesta de una construcción colectiva de conocimientos, la cual ofrece soluciones más creativas, incluyentes y sostenibles ante las problemáticas que nos aquejan. 

 

De parte del CIIS, nos queda la tarea y el compromiso de seguir creando y fortaleciendo espacios de colaboración para alcanzar una mayor incidencia e impacto en los proyectos de las organizaciones socio formadoras, e involucranos a la vez en experiencias académicas de aprendizaje vivencial. Agradecemos profundamente nuestra participación en esta iniciativa y esperamos repetirla.  Hasta pronto.  

 

[1] Académico de Filosofía y Educación de la Universidad de Barcelona.